#MENOSRUBIALESyMÁSANTIPATRIARCALES

Gran artículo de NAJAT EL HACHMI.

Pone el foco, y lo comparto, que la principal causa de las violencias hacia las mujeres reside: en el poder impune masculino. Las causas de la existencia de «los rubiales” viene en la manera en cómo la estructura social nos ha legitimado y nos da el poder a los hombres (desde que nacemos) de «poder hacer lo que nos de la gana», sin cuestionarnos, ni sancionarnos. 

Pero esa estructura social (patriarcado) no se hace sola, la hemos construido los hombres a base de complicidades y de silencios históricos entre nosotros. A través de pactos para no señalarnos, ni afearnos, ni culpabilizarnos, no vaya a ser que me quede fuera del grupo social masculino (fratría masculina). Buscamos un fin, someter, controlar y tener a nuestra disposición el cuerpo de las mujeres. De ello hemos hecho cultura. Cultura de la violación, del acoso, del abuso… y la hemos normalizado. Todo conscientemente. Siendo honestos, todos hemos y seguimos haciendo “el rubiales” hacia las mujeres porque nos sentimos, aún, impunes gracias a esta estructura. 

¿Hasta cuándo vamos a seguir, los hombres, sosteniendo esta estructura social?. 

Necesitamos como dice NAJAT EL HACHMI que los hombres nos comprometamos con la igualdad. Pero.. ¿cómo?.

La igualdad te permite el acceso a los lugares, lo antipatriarcal cuestiona la base de poder de la relaciones existentes entre los sexos/géneros en esos lugares. Tenemos que poner mirada en cómo hacer que nuestros espacios cotidianos sean antipatriarcales además de igualitarios.

Los hombres tenemos que revisarnos y cuestionarnos sobre todo el poder (y más en relación a las mujeres), cómo lo ejercemos, para qué, por qué, qué consecuencias tiene esa manera de usar el poder, cómo tomamos y organizamos las decisiones que influyen en las demás… etc.

>> Artículo de Najat: https://elpais.com/opinion/2023-09-01/los-rubiales-que-no-se-ven.html

#ElMachismoMata #MenosRubialesYMásAntipatriarcales #ElSilencioNosHaceCómplices #SeAcabó

Delito de Odio Machista: No Olvidemos



▪️ 𝐍𝐨 𝐨𝐥𝐯𝐢𝐝𝐞𝐦𝐨𝐬 𝐪𝐮𝐞 quienes mataron a Samuel fueron hombres socializados como todos los hombres nos hemos socializado en una cultura donde fomentabamos frases como: «maricón el último» «a qué no te atreves, pareces una nenaza..» «no tienes huevos o qué..» «no me toques asi capullo que no soy homosexual!!»..etc.
▪️ 𝐍𝐨 𝐨𝐥𝐯𝐢𝐝𝐞𝐦𝐨𝐬 𝐪𝐮𝐞 los hombres (heteros, blanquitos, occidentales…) seguimos alimentando esta cultura machista/patriarcal donde los importantes somos nosotros y los demás: mujeres, niñxs y hombres gais, trans…..nos sobran porque se osan a cuestionar nuestro «valor masculino» nuestra hombría.
▪️ 𝐍𝐨 𝐨𝐥𝐯𝐢𝐝𝐞𝐦𝐨𝐬 𝐪𝐮𝐞 los hombres que mataron a Samuel no estaban locos, no lo hicieron de forma instintiva, no fue una violencia irracional. Es una violencia aprendida, aprendida con «los colegas hombres heteros-blancos-occidentales» del barrio. No es algo irracional, de locos, lo tienen bien entrenado, racionalizado bajo la consigna de: Humillar, cazar, agredir y llegar incluso a matar al «hombre maricón», el que no es digno de ser un hombre. Una consigna entrenada desde jovencitos con los colegas del barrio, en la ciudad, en las familias, viendo la tv y sus programas y películas que lo potencian….
▪️ 𝐍𝐨 𝐨𝐥𝐯𝐢𝐝𝐞𝐦𝐨𝐬 𝐪𝐮𝐞 los hombres que mataron a Samuel, sabían lo que hacían, sabían cuando se llamaron entre todos para ir a darle una paliza a Samuel, como había que dar esa paliza: «en grupo todos a la vez», cuando esta en el suelo, apearle y rematarle…todo eso lo entrena el machismo que nos educa a los hombres en la violencia como forma de resolver discusiones o de imponer nuestras ideas, que nos da el poder de dominar y asesinar al que no es un : «Hombre de verdad»; «Un hombre como dios manda».
▪️ 𝐍𝐨 𝐨𝐥𝐯𝐢𝐝𝐞𝐦𝐨𝐬 𝐪𝐮𝐞 los hombres que mataron a Samuel son como tú, como yo, criados en esta cultura machista, patriarcal, androcéntrica y que alimentamos con nuestra indiferencia, nuestra pasividad y nuestro silencio complice. Porque queramos o no sacamos beneficio de esta crueldad: que no se cuestione nuestra hombría y virilidad, que no se altere el orden social del que me beneficio y donde mi masculinidad (la hegemónica) es la única verdadera, la única que vale.
▪️ 𝐍𝐨 𝐨𝐥𝐯𝐢𝐝𝐞𝐦𝐨𝐬 𝐪𝐮𝐞 los hombres heteros, blanquitos, occidentales estamos en deuda con Samuel..¿nos pondremos a cuestionar al machismo (propio y ajeno) y sus violencias en la vida cotidiana?

#𝗝𝘂𝘀𝘁𝗶𝗰𝗶𝗮𝗣𝗮𝗿𝗮𝗦𝗮𝗺𝘂𝗲𝗹 #𝗘𝘀𝗩𝗶𝗼𝗹𝗲𝗻𝗰𝗶𝗮𝗠𝗮𝗰𝗵𝗶𝘀𝘁𝗮 #𝗘𝗹𝗠𝗮𝗰𝗵𝗶𝘀𝗺𝗼𝗠𝗮𝘁𝗮

MI DESEO PARA EL 2020: ENSEÑAR LO QUE SE NOS QUISO OCULTAR…

Bajo la supuesta normalidad de la vida cotidiana, esa que nos hace estar como indiferentes, insensibilizados…que nos anestesia..
Esa normalidad que nos lleva a que solamente el 1% de los españolitos/as consideremos la violencia machista como uno de los 5 problemas principales que tenemos en nuestro país.
Esa normalidad que hace que vuelva a repuntar los casos de mujeres asesinadas por hombres.
Esa normalidad que hace que nadie nos cuestionemos, y mucho menos los hombres, que todos los años 70 hombres de media, con su machismo bien asumido, matan a 70 mujeres.
Esa normalidad que hace que nos importe «un carajo» que 600.000 mujeres al año denuncien por malos tratos y violencia machista a sus parejas o exparejas hombres.
Esa normalidad que hace que no nos importe que haya aumentado en un 28% los abusos sexuales hacia las mujeres en el último año…
Mi deseo para el 2020. Que saquemos esta «supuesta normalidad» de nuestra vida cotidiana, de nuestra sociedad, que invisibiliza la violencia hacia las mujeres, la violencia machista.
Que los hombres dejemos de normalizar la violencia en nuestra vida cotidiana para resolver conflictos.
Nos toca enseñar lo que se nos quiso ocultar para así poder recordar, para no repetir, para realmente cambiar la realidad.
#PorTodas
#ElMachismoMata

CUANDO EL MACHISMO SE DEDICA A NORMALIZAR LA CULTURA DE LA VIOLACIÓN: EL CASO DE LOS VIOLADORES DE LA ARANDINA.

Vivimos en una sociedad que ni con una sentencia judicial quiere creer a una víctima de violencia machista. Nos creemos más a los agresores, a los hombres que violan, que a la mujer agredida y violada. ¡¡ Y después nos decimos que somos una sociedad democrática e igualitaria!!

Los medios de comunicación tienen una responsabilidad enorme en hacernos creer lo que dicen los agresores y no creer a la víctima, incluso aunque haya una sentencia judicial. ¿y como nos hacen creer esto?.

Pues nos hacen dudar de la víctima, en lugar de transmitirnos, lo que deberían transmitir: repudia y asco hacia los agresores-violadores.

¿Por qué con los casos de violación, incluso con sentencia judicial, dudamos de la víctima y cuando la víctima es por otro delito, como puede ser de terrorismo por ejemplo, no dudamos de ella?.

En nada ayuda a prevenir las violencia machista, que mata 70 mujeres al año de media, estos mensajes de los medios donde se pone el foco de la «duda» sobre la víctima, incluso con una sentencia judicial notificada, es decir con unos hechos probados, solo sirve para culpabilizarla a ella y no poner el foco en ellos, los agresores machistas para señalarlos como los verdaderos culpables.

Lo único que hacen así los medios es normalizar, lo que el machismo y los machistas quieren, la cultura de la violación.
Ayudan a reforzar sus estrategias de manipular la realidad. Esa misma manipulación que repite y repite que la violencia de género no existe, que la violencia no tiene género, para que así vuelva a ser invisibilizada y seguir normalizandola.

Se ve muy bien reflejado en la frase que dijo uno de los condenados al salir del juicio:» Es injusto, van a por nosotros, esto si me pasa hace 15 años estaba sentado en mi sillón». Es decir, si hubieran violado hace 15 años, no les hubiera pasado nada. Es lo que pretenden, el machismo y los machistas, que no se condene la violencia hacia las mujeres, que todo siga igual, que se normalice como hace 15 años.

A ver cuando nos dejamos de creer, sobretodo los hombres, estas manipulaciones del machismo. A ver cuando los medios sensibilizan creyendo a la víctima y no al agresor. A ver cuando, todo el periodismo pone el foco del titular en los agresores machistas y no en la víctima:

«Manifestación en apoyo de tres violadores de la Arandina»

Llamando a las cosas por su nombre. Nombrando la realidad tal cual es, una realidad machista y violenta. Manifestándonos contra los agresores machista y no en su defensa. Son tres cositas muy básicas que debemos empezar hacer en nuestra vida cotidiana, en especial los hombres, y también a nivel social, en especial los medios de comunicación de masas, y a nivel político, en especial, todos los partidos políticos e instituciones que se tilden democráticos. ¿Cuando empezaremos hacer esto tan básico?.

Solamente así dejaremos de seguirle el juego al machismo, a los machistas. Solamente así empezaremos a reparar el daño ocasionado históricamente a las mujeres. Solamente así empezaremos a recuperar cierta ética y humanidad en nuestros actos. Solo así avanzaremos realmente hacia una  cultura de la igualdad real y dejaremos atrás la cultura de la desigualdad y la violencia que nos propone el machismo. Solamente así conseguiremos madurar como sociedad.

#ArandaVergüenza

#violadores

HACE 30 AÑOS DE LA……. INSUMISIÓN !!

Estos días de Febrero se cumplen 30 años de la mayor campaña de Desobediencia Civil llevada a cabo en el Estado Español : LA INSUMISION al Servicio Militar.

Fue un 20F de hace 30 años cuando se presentaban 57, chicos, insumisos a la mili, para desobedecer los mandatos de una masculinidad militarista y violenta. Después les seguimos cerca de 50.000, de los que 1670 fueron encarcelados, y todos sufriendo una represión brutal por parte del Estado.

Esta campaña la lanzó el Movimento de Objeción de Conciencia (MOC). Fue quizá la mayor movilización social que se recuerda, que aglutinó a hombres, de forma colectiva, cuestionando la existencia del militarismo y sus valores.

Mostraron otra manera de ser hombres cuestionando los mandatos de género del patriarcado: El uso de la violencia, de la fuerza, de la guerra, para resolver conflictos. Practicaron la Desobediencia Civil y la Noviolencia como herramientas coherentes con los fines que perseguían.

Fueron referentes de una masculinidad alternativa, disidente y desobediente, al militarismo y al patriarcado.

Toca seguir desobedeciendo al patriarcado y al militarismo y seguir la estela de los valores que nos transmitieron estos hombres insumisos, de masculinidad desobediente y disidente, donde con su cuerpo y sentir pusieron en práctica esta lucha de la insumisión en busca de un mundo más igualitario y no violento para todas y todos.

Gracias a ellos, ahora los niños, nuestros hijos no tienen que pasar por esa fábrica de machismo supremo y de masculinidad tóxica y violenta como era la mili.

En definitiva, mostraron que otra masculinidad es posible si los hombres nos quitamos los uniformes, las jerarquías y dejamos de aprender la guerra y la violencia y nos dedicamos a construir la vida y la paz.

Sirva este video para recordar está lucha y los valores de estos jóvenes, que fuimos y somos insumisos, muy necesarios hoy en día.

 

¿MACHISMO PERMANENTE REVISABLE & PRISIÓN PERMANENTE REVISABLE?

¿MACHISMO PERMANENTE REVISABLE & PRISIÓN PERMANENTE REVISABLE?

No es la primera vez que cuando hay un asesinato machista, sobretodo si es mediático, se oyen voces pidiendo prisión permanente para los asesinos.

Voces que aprovechan los partidos como VOX, el PP, Ciudadanos para pedir la prisión permanente revisable, esos mismo partidos que se quieren cargar la ley de Violencia de Género…

Pero….

¿La prisión permanente hubiera evitado las muertes de: Leticia Rosino, Diana Quer, Rocío Wanninkhof, Marta del Castillo…o de las más de 70 mujeres de media cada años asesinadas por hombres producto del machismo y su cultura, esa misma cultura que los hombres no cuestionamos ni queremos variar porque nos tocaría nuestros privilegios?…

Pues me temo que No se hubiera evitado con esta medida demagógica de la prisión permanente revisable…

Sorprende cómo se busca la demagogia de la «prisión permanente revisable», en lugar de que todos los hombres dejemos de cuestionar la existencia de la Violencia de Género/Violencia Machista, y  empecemos a cuestionanos nuestros privilegios, a través de la erradicación del machismo como cultura que legitimamos y que la mantenemos con nuestras prácticas cotidianas porque nos viene muy bien que exista esta cultura.

Quizá lo que hay que revisar, como nos indica el profesor Miguel Lorente Acosta: «es el machismo permanente que tenemos en nuestra sociedad», sobretodo revisarlo permanente en nosotros los hombres, y adoptar las medidas socioeducativas y las políticas públicas necesarias para erradicarlo de nuestra práctica diaria y cotidiana.

¿Estamos dispuesto a ello o a seguir haciendo demagogia para parecer que se cambian las cosas pero en el fondo es para que todo siga igual?

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A LAURA NO LA MATÓ UN LOCO, NI UN CANALLA…

A Laura Luelmo no la ha matado un loco, ni un tarado, ni un perturbado con antecedentes, ni un canalla. NO.

A Laura la matamos esta sociedad machista que construimos día a día entre todos/as y que produce cada año más de 90 hombres que asesinan a mujeres por el hecho de serlo.

Una sociedad donde los hombres no cuestionamos nuestra masculinidad hegemónica, nuestra construcción social de genero que basa en el uso de la violencia la forma de afirmar nuestra posición de poder y privilegio respecto a la mujer.

NO, el machismo no es una conducta de unos pocos locos, canallas y tarados , de unos pocos violadores, sino una construcción cultural que nos lleva a los hombres a tener unas referencias culturales de dominio y de uso de la violencia hacia los demás. Que nos lleva a cometer el  90% de los homicidios que se producen en España y que nos lleva a matar a más de 80 mujeres al año por el simple de serlo.

En la base motivacional de esta cultura machista, la nuestra, la de los hombres, está el querer poseer y tener a la mujer para nuestro placer, uso, comercio y complaciencia, es decir para nuestro dominio. Y para reforzar esta posición social de poder, para mantener esta cultura patriarcal que nos privilegia, los hombres usamos frases en nuestra cotidianidad desde esa referencia cultural del tipo de :

-«Por cojones se hace lo que yo digo..»
-«A que te doy una hostia.
-«Yo a esa me la follaba».
-«Con un par de hostias fijo que lo entiende..»..
-«No hay huevos a….»
-«Tú haces lo que te digo y punto..».
-«Esa lo que necesita es un buen rabo..»..
-«O lo haces por las buenas o lo haces por las malas..tu verás?»..
-«No me seas mariconazo y espabila que te doy una….».
-«No me extraña que las pase algo van provocando como unas putas.. «..etc

Me pregunto:

¿Qué clase de sociedad y de masculinidad estamos transmitiendo los hombres a otros hombres con estas formas d relacionarnos que favorecen que existan otros hombres que deciden agredir y asaltar sexualmente y asesinar a las mujeres ?

¿ Qué clase de sociedad somos que solamente el 1.7% de los españoles consideran la violencia de género como uno de los principales problemas sociales de nuestro país?

¿Qué sociedad y que hombres estamos construyendo cuando más del 12% de las mujeres mayores de 16 años alguna vez en la vida ha tenido algún suceso de violencia sexual?.

Leticia Rosino, Diana Quer, Rocío Wanninkhof, Marta del Castillo, Laura Luelmo….y otras muchas mujeres..no desaparecieron solas. Las mujeres no desaparecen solas, lo hacen porque hay hombres, que las hacen desaparecer, hombres producto de lo que muchos legitimamos, naturalizamos, sin cuestionarlo, con nuestra pasividad cómplice, con nuestra mirada hacia otro lado, con nuestra frase: «son unos pocos locos y tarados, pero yo no soy así.».

A Laura no la mató un loco ex-presidiario. No, la mato el machismo que no cuestionamos, en nuestro día a día, los hombres a otros hombres.

 

Eduquémonos en la Desobediencia Civil , es urgente!!

¡¡ EDUQUÉMONOS EN LA DESOBEDIENCIA CIVIL ..Es urgente!!

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Fue Henry David Throeau quien acuño este término en 1848: «el derecho legítimo de toda persona a negarse, de forma pacífica individual, al cumplimiento de aquellas leyes que violente su conciencia.» Aquí en España fue el Movimiento de Objeción de Conciencia (MOC)-Antimilitarista, a finales de siglo pasado el XX, quien popularizo con su estrategia de insumisión al servicio militar la desobediencia y la hizo colectiva y pública a parte de noviolenta.

Como dijo Eric Fromm el deseo de sentirnos seguros va unido al miedo a la libertad y es lo que nos hace obedecer sin cuestionarnos nada…

Son tiempo donde nos toca aprender y practica más la desobediencia civil para crecer como personas y como sociedad.

Sirva este ejemplo para ello:

» En el primer día de clase, el profesor de “Introducción al Derecho” entró al aula y lo primero que hizo fue pedir el nombre de un estudiante que estaba sentado en la primera fila:

¿Cuál es su nombre?
Mi nombre es Nelson, Señor.
¡Fuera de mi clase y no vuelva nunca más! – Gritó el maestro desagradable.
Nelson estaba desconcertado. Cuando volvió en sí, se levantó rápidamente recogió sus cosas y salió de la habitación.
Todo el mundo estaba asustado e indignado, pero nadie habló.
¡Muy bien! – Vamos a empezar, dijo el profesor.
¿Para qué sirven las leyes? preguntó el maestro – los estudiantes seguían asustados, pero poco a poco empezaron a responder a su pregunta:
Para tener un orden en nuestra sociedad.
¡No! – Respondió el profesor.
Para cumplirlas.
¡No!
Para que las personas equivocadas paguen por sus acciones.
¡No!
¿Alguien sabe la respuesta a esta pregunta!
Para que se haga justicia – una muchacha habló con timidez.
¡Por fin! Es decir, por la justicia.
Y ahora, ¿qué es la justicia?
Todos empezaron a molestarse por la actitud tan vil del profesor.
Sin embargo, continuaron respondiendo:
A fin de salvaguardar los derechos
humanos …
Bien, ¿qué mas ? – preguntó el maestro.
Para diferenciar el bien del mal, para recompensar a aquellos que hacen el bien …
Ok, no está mal, pero respondan a esta pregunta:
“¿Actué correctamente al expulsar a Nelson del aula?”
Todos estaban en silencio, nadie respondió.
Quiero una respuesta por unanimidad!
¡No! – Todos contestaron con una sola voz.
Se podría decir que he cometido una injusticia?
¡Sí!
¿Y por qué nadie hizo nada al respecto? Para que queremos leyes y reglas, si no tenemos la voluntad necesaria para practicarlas? Cada uno de ustedes tiene la obligación de hablar cuando es testigo de una injusticia. Todo . ¡No vuelvan a estar en silencio, nunca más! Vayan a buscar a Nelson – dijo. Después de todo, él es el maestro, yo soy un estudiante de otro período.
Aprendan que cuando no defendemos nuestros derechos, se pierde la dignidad y la dignidad no puede ser negociada.»

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NO ES LO MISMO….

NO ES LO MISMO….

Ver la imagen

 

Aunque viendo la imagen pareciera que es lo mismo no lo es.

La estrategia del machismo (y por ende de los que usan esa cultura, los machistas), es equiparar los hechos, presentarlos como unos mismo resultados, con el fin de equipar las violencias, para decir que todas las violencias son iguales, quitando así su significado cultural/estructural, es decir quitando su variable (que no ideología) de género.

Esta mega comprobado en todo los estudios sobre las violencias machistas que cuando un hombre (suele ser visto antes de matar como un “buen padre”) mata a su hijo/a lo hace para hacer daño a la mujer. Como en la guerra cuando se mata ,y se viola a mujeres y niños, se hace para castigar al enemigo. Es la estrategia de siempre del machismo (usada por el militarismo). Es decir la motivación surge desde querer mostrar y ejercer el dominio/poder sobre la otra/el otro.

En el caso cuando una mujer se suicida con su hijo/a la motivación (habría que estudiarla más) pero no surge del dominio ni del poder. Seguramente surja de la: desesperación de la sobrecarga del rol género asignado como «cuidadora eterna», de la desesperación de una vida laboral permanentemente precaria, de la desesperación de un futuro dependiente de los demás, de la desesperación de una sociedad que no la tiene en cuenta ni a ella ni a sus necesidades…no hay una motivación de dominio ni querer hacer daño al hombre.

La cultura, es decir, la significación social desde donde surgen unos comportamientos de igual resultado no son lo mismo.

Que no nos engañe el machismo, y los machistas al querer compararlos.

P.D. Si nos centráramos más en las causas y no en los actos (en la conducta) es posible que encontráramos más respuestas. Y las causas no son personales ni conductuales, sino estructurales y culturales.

Al machismo y a los machistas les interesa y mucho personalizar (hablar de unos cuantos locos) para no ir a la raíz del problema que es la cultura machista y no quieren transformarla para que no se vea tocada su posición de poder.

Por eso decimos que el machismo no es conducta sino cultura.

Modelo machista de resolución de conflictos

A continuación reproducimos el artículo del profesor y Dr. Miguel Lorente que viene bien muy tenerlo presente  a raíz de los últimos episodios de conflictividad que hay entre el gobierno de Cataluña y el gobierno de España.

«El modelo machista para resolver los conflictos entre dos partes basa su estrategia en generar más conflicto, no en el diálogo ni en el consenso.

El planteamiento es sencillo y surge de la construcción patriarcal de la cultura y de la sociedad que tenemos como consecuencia. Esta construcción toma como referencia universal lo masculino y sitúa a los hombres en una posición de superioridad respecto a las mujeres, de manera que establece la desigualdad de género como esencia de estructuración social, y a partir de ella ha ido tomando otros elementos para extender y ampliar la desigualdad a otras circunstancias y características de las personas que forman parte de esa sociedad. El resultado es un sistema jerarquizado de poder, o lo que es lo mismo, una sociedad en la que determinadas personas por su sexo, sus ideas, sus creencias, su color de piel, su status, su origen, su orientación sexual… tienen una serie de privilegios y ventajas respecto a aquellas otras cuyas características son consideradas inferiores por esa cultura y sociedad.

Cuando se produce un conflicto entre personas en diferente nivel dentro de esa estructura jerarquizada, a quien se encuentra en una posición de superioridad no le interesa dialogar o consensuar para solucionar el conflicto, porque ha de hacerlo a partir de argumentos y razones, y puede que no las tenga o que sean menos sólidas que las de la otra parte. Por eso le interesa agravar el conflicto, avivarlo con elementos que generen más enfrentamiento para de ese modo justificarse en el uso de los instrumentos propios de su posición de poder, y que la otra parte no tiene por encontrarse en un nivel inferior.

Con esa estrategia el conflicto va aumentando hasta llegar el momento del “hasta aquí hemos llegado”, a partir del cual se pone en marcha todo el arsenal de instrumentos que guarda en su posición de poder, bajo la justificación de que el conflicto es insostenible, y como si hubiera sido generado en exclusiva por la otra parte.

Este es el modelo machista de resolver los conflictos, y el que usan los hombres desde sus posiciones de poder con las mujeres, algunos llegando a la violencia, otros a la amenaza, y otros simplemente recurriendo a la escenificación del conflicto para que la mujer entienda que debe ceder ante su autoridad. Y como son los hombres y las referencias de la masculinidad las que impregnan la cultura y el significado de lo que acontece en la sociedad, el modelo se extiende a otros escenarios bajo los mismos planteamientos de la desigualdad y el poder, como ocurre en las relaciones laborales entre empresarios y trabajadores, en las relaciones dentro de los partidos políticos y en el ejercicio de la política, en las relaciones nacionales y en las internacionales… Cualquier escenario en el que se entienda que el conflicto es un ataque a la posición de poder y un pulso a la persona que responde desde ella, el resultado será un aumento del conflicto que lleve a vencer más que a convencer.

Porque el objetivo de la resolución de conflictos bajo esta estrategia machista es doble, por un lado resolver la cuestión formal que se ha planteado, sea esta personal, familiar, laboral, política, nacional o internacional; y por otro, ser reconocido como “vencedor” y salir reforzado en su posición de poder, aunque haya sido a través de una injusticia. Lo importante es vencer y aumentar el poder.

Este modelo de resolución de conflictos habitualmente reporta muchos éxitos a quienes están esas posiciones de privilegio, de ahí su refuerzo y su permanencia a lo largo de la historia, y su extensión a los ámbitos y contextos más diversos con ligeras variaciones. Pero siempre con la estrategia de resolver el conflicto generando más conflicto.

El problema se presenta cuando el modelo se utiliza frente a quien se piensa que está en una posición inferior y no lo está, o cuando lo está pero cuenta con otros mecanismo de apoyo informal que contrarrestan en parte el poder inicial de la otra posición, pero también cuando cada una de las partes cree que está en una posición de poder, y que debe potenciar el conflicto desde su lado para de ese modo poder utilizar su “carta secreta” y todos aquellos elementos propios a su posición que le permitirían vencer sin convencer. Al final, este tipo de planteamientos son los mismos que dicen eso de que “la historia la escriben los vencedores”, por eso lo importante es derrotar al otro del modo que sea, porque después lo suavizarán y endulzaran con su relato.

Lo estamos viendo estos días en diferentes contextos, pero es obvio que el más cercano y trascendente es el “conflicto” surgido con el proceso sobre el referéndum de autodeterminación de Cataluña del 1 de octubre. Al margen de los elementos formales sobre su legalidad y las motivaciones y razones de quienes quieren votar, de sobra conocidas y comentadas, lo que se está viendo es el típico conflicto al modo machista. Una especie de pulso que, como muy bien se ha dicho estos días recurriendo a la canción de Joan Manuel Serrat, parece que están a ver “quien la tiene más larga”. Lo único que le falta es ver a Rajoy decir “por mis cojones que no se vota”, y a Puigdemont responder, “por mis cojons que votamos”. Si lo dijeran quizás se entendería todo mejor.

La prueba de que realmente se trata de un modelo machista de afrontar el conflicto es su retroalimentación, es decir, la utilización de las consecuencias que se producen como resultado de las decisiones dirigidas a potenciar el conflicto como razones para mantener el conflicto y aumentar así su intensidad. Todo lo que está sucediendo estos días con las decisiones y acciones de unos y otros se está utilizando como justificación de las posiciones iniciales, cuando son un resultado de los problemas surgidos durante el conflicto, no causa del mismo. Pero eso no importa para las partes, lo que interesa es el conflicto en sí mismo y los apoyos para que quien dirige cada una de las posiciones sea reconocido por los suyos como ese macho-alfa capaz de dirigir al grupo.

También se ha comentado, y es cierto, que si en lugar de dos hombres al frente de cada parte hubiera dos mujeres y un modelo feminista de resolución de conflictos basado en la Igualdad, la empatía, el bien común… la situación actual sería completamente diferente.

En estas circunstancias el conflicto ya no se puede resolver, pero sí se puede detener y replantear de nuevo toda la situación. Esperemos que alguien saque el lado femenino que todos tenemos.».

(Miguel Lorente Acosta Médico-Forense experto en Violencia de Género)